España casi es una potencia exportadora

La historia de la exportaciones españolas no ha sido una maravilla, pero desde que llegó la crisis ha mejorado increíblemente hasta llegar a un final agridulce.
El comercio internacional funciona con simples reglas.  El objetivo es exportar más que importar para conseguir un saldo positivo (beneficios) y evitar saldos negativos (deudas).  En sentido, España no ha alcanzado el anhelado saldo positivo (o superávit), pero se va acercando.  Hay dos maneras de conseguir esto, importar lo estrictamente necesario y exportar todo lo que se pueda.
Ahora eche un vistazo a la siguiente tabla.

	Comercio internacional de España
	Año	Exportaciones (X)	Importaciones (I)	Saldo = X – I
	2000	123.099.537	166.138.362	-43.038.823
	2001	128.671.958	171.690.792	-43.018.833
	2002	130.814.107	172.788.576	-41.974.470
	2003	137.815.321	184.094.526	-46.279.205
	2004	146.460.358	207.129.963	-60.669.603
	2005	153.558.995	231.371.566	-77.812.572
	2006	169.871.860	259.559.025	-89.687.169
	2007	181.478.548	280.430.560	-98.952.011
	2008	188.184.298	282.251.284	-94.066.984
	2009	158.254.275	208.436.797	-50.182.519
	2010	185.799.015	238.081.616	-52.282.601
	2011	214.485.544	260.823.228	-46.337.680
	2012	222.643.894	253.401.248	-30.757.355
	2013	234.239.800	250.195.200	-15.955.402
	Datos de X, I y Saldo en miles de euros. Fuente: INE citando MH y AA.PP. y elaboración propia.

 Como se puede apreciar la tendencia natural de las exportaciones y las importaciones es aumentar. En 2007, se produjo el peor saldo comercial anual desde el 2000, 98.952.011.000€ de déficit comercial. (cerca de un 10% del PIB anual español ( o de lo producido en España al año)).  Las importaciones en 2008 fueron las mayores desde 2000, 282.251.284.000€ .  Y en 2013,  se produjo una doble buena noticia se consiguió la mayor cifra de exportaciones desde el 2000,   234.239.800.000€ y el saldo comercial negativo se redujo a 15.955.402.000€.
Como se puede apreciar desde 2008 hasta 2013, la tendencia a la baja de las importaciones coincide con la menor facturación del comercio al por menor (se compra menos productos de importación, ordenadores, ropa, accesorios...) y con la caída del número de personas trabajando (por lo que llegan menos salarios a los bolsillos a los residentes en España).