Saturday, March 31, 2012

Un Gobierno vigilado en lo económico.

Hace aproximadamente 100 días el Gobierno del PP tomó posesión. Desde el primer consejo de ministros, la vigilancia por parte de los ciudadanos sobre las actividades y decisiones del Gobierno ha sido enorme, casi sin precedentes.
Este es un Gobierno que llegó al poder criticando dos cosas la política económica del anterior Gobierno y la corrupción que se producía entre las filas del PSOE.
Sus críticas y la comparación de la gestión económica del Gobierno de Aznar con la Gestión de Zapatero han catapultado al PP hasta la mayoría absoluta.
Pero todo ha cambiado... La gente tiene una mayor conciencia de la importancia de la libertad de expresión y los tuiteros han puesto al Gobierno bajo vigilancia.
El primer Consejo de Ministros de este mandato y el último de introducción a los Presupuestos Generales del Estado han sido "trending topic" (es decir el tema de moda en España) en Twitter. Además, el Gobierno tiene que hacer frente a un montón de ciudadanos universitarios o aficionados a debatir de economía. Además, los medios de comunicación cuentan con más periodistas con una formación especifica para tratar temas económicos.
Atrás queda la época en la que el difunto "ucedista" Ministro de Economía, Fuentes Quintana, se dirigía a los españoles por televisión, para informarles sobre la situación de la economía. En la última rueda de prensa del Consejo de Ministros un periodista holandés comunicaba al vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, que estaba trasmitiendo la rueda de prensa en directo para Holanda. De economía, se habla en twitter, en Facebook, en el autobús, en conversaciones con los amigos o con simples desconocidos.
Los españoles estamos interesados como nunca por la decisiones económicas del Gobierno, como si fuese una cuestión de seguridad nacional, y el Ministro de exteriores ahonda en esa realidad cruda para su ministerio.

¿Y qué es lo más comentado por los españoles?
El aumento del IRPF.
La reducción de un 20% del dinero asignado por el estado a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales.
El control de los salarios de los directivos de las cajas de ahorro que han recibido ayudas del estado.
La reducción de las cúpulas directivas de empresas públicas.
La privatización o venta de participaciones pública en empresas de escasa importancia para el estado.
Los recortes de los próximos Presupuesto Generales del Estado en todos lo ministerios.
La rebaja de impuestos y el perdón a defraudadores fiscales, casi una amnistía fiscal.

No obstante, el Gobierno está menos vigilado en otros temas que no son menos importantes (de hecho, afectan a libertades civiles), por ejemplo, la ley de igualdad de género (percibida como un problema para sus votantes), la negociación con ETA (que sigue avanzando de forma inesperada), los abortos (un crimen legal en España), la distribución de píldoras abortivas (el aborto por otro medio), la discriminatoria política lingüística en Cataluña, el SITEL, la ley Sinde-Wert, la UME...

Parece como si una parte de la Nación estuviese dispuesto a mirar a otro lado, siempre que se solucione el problema económico y que nadie meta la mano en los dineros públicos. Aunque poca gente se da cuenta de que el orden social y las libertades son básicas para la estabilidad de nuestro sistema económico.