Monday, July 26, 2010

Sobre los stress test

Hace poco se publicó los resultados de los stress test hecho numerosas entidades financieras a lo largo de la Unión Europea. Los stress tests son pruebas de solvencia, es decir se propone un escenario duro y ficiticio pero probable, y se intenta averiguar qué capacidad tendría la entidad de pagar sus deudas (es decir medir su solvencia). Hasta aquí todo bien.
El resultado de los test para España ha sido previsible: la banca privada es altamente solvente, la cajas de ahorro (que pertenecen por ahora al Estado) en general son menos solventes.

Y empecé a leer un poco sobre los stress test. Y me encontré con esta nota explicativa. elmundo.es explica que el que encarga la medición es el Comité Europeo de Supervisores Financieros (CEBS), institución de la que jamás había oído o leído nada.
En la prensa (por ejemplo), estas pruebas han sido criticadas porque los escenarios que plantean no tiene en cuenta la perdida de valor de activos no vendidos. De hecho, eso es lo que la prensa lleva criticando desde que empezaron los embargos de casas en España, el no hacer constar la perdida de valor de esas propiedades en los balances. Y eso es un problema, porque si no se sabe lo que valen los activos a precio de mercado, no se puede saber lo que valen los bancos (que cotizan en bolsa) y la cajas de ahorro (que por ahora ni siquiera cotizan en bolsa).

Más información sobre los stress tests. Paradoja de la vida, el CEBS pide que los escenarios propuestos en los stress tests no se considerén como una previsión, pero yo creo que los escenarios que plantean son posibles. De hecho, si no fuesen posibles la prueba de solvencia carecería de interés.

Saturday, July 03, 2010

No hay cambio de modelo.

El Gobierno de España se propuso cambiar el modelo económico de España del "ladrillo" (el sector de la construcción de viviendas, el cual está abonado con corrupción y especulación) al I+D (Investigación y Desarrollo). Obviamente el plan del Gobierno fue diseñado a largo plazo, pero no hay razones de peso para pensar que las cosas estén cambiando un poco o que vayan a cambiar.
En junio, según la SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), 83.834 personas salieron de las listas del paro. Y eso pinta bien porque en junio de 2009 bajó 55.250 personas.
Hoy el paro desciende hasta los 3.982.368 personas, siempre según el SEPE, que tiene una visión positiva del paro en relación con la EPA (Encuesta de Población Activa). De finales de junio de 2009 hasta finales de junio 2010, el paro aumentó 417.479 personas, lo que indica a grandes rasgos que el paro sigue aumentando y que la situación de junio es más circunstancial que una tendencia consolidada.
Los datos desestacionalizados (una ficción estadística que permite ver la tendencia del crecimiento del paro eliminando los datos circustaciales propios del ciclo, por ejemplo las contrataciones temporales que se producen en verano) del Ministerio de Economía que recoje la SEPE indican que en España hay 4118697 parados y el paro en junio descendió 10.685 personas. Es decir, el paro se está empezando a reducir lentamente.

Por sectores, el paro aumentó 174 personas en el sector agrícola, descendió 15402 personas en el industrial, descendió 21253 personas en la construcción, descendió 48268 personas en el sector servicios y, además, 915 personas que no tenían anteriormente empleo, lo han conseguido.
Y estos últimos datos dejan a las claras de que no hay nuevo modelo económico. Simplemente continua la tendencia natural de reducción de plantillas en las empresas agrícolas, el pequeño aumento de la fuerza de trabajo industrial (lo que más debería crecer si se quiere un cambio de modelo productivo), el aumento del empleo en servicios (se puede deducir que son empleos temporales del sector turístico), y el aumento del empleo en el sector de la construcción.

El sector de la construcción se está recuperando bajo bases falsas, porque nadie puede decir que el mercado de la vivienda haya corregido completamente sus precios. Esto significa que los especuladores no están dispuestos a aprender la lección. Si los bancos, que han impedido la caída de los precios inmobiliarios, volviesen a dar crédito a insolventes para la compra de viviendas que están sobrevaluadas, correrían el riesgo de volver a sufrir otra crisis financiera.