En tiempos de crisis, hay que eliminar instituciones de dudosa utildad y considerable coste económico. Yo aconsejo la eliminación del Ministerio de Igualdad (o "desigualdad"), y la reasignación de las tareas útiles que allí se realicen a otros funcionarios del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Lo mismo pasa con el ministerio de Educación, Política Social y Deporte que podría asumir fácilmente las tareas del ministerio de Ciencia e Innovación.
Menos gastos, menos burocracia, más productividad, más eficacia... una economía mejor.
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